Las baterías solares nos permiten almacenar la energía eléctrica producida por las paneles solares. La función de los acumuladores fotovoltaicos es poder utilizar la energía en cualquier momento, principalmente cuando las instalaciones fotovoltaicas no están en funcionamiento, por ejemplo, durante la noche.
Además, la instalación de baterías solares permite desconectarse completamente de la red eléctrica. Es por este motivo que este componente fotovoltaico es imprescindible en las instalaciones fotovoltaicas aisladas. De este modo, toda la energía consumida será completamente producida por el sol, es decir energía renovable.
Al igual que las baterías comunes o las de los automóviles, las baterías solares tienen diferentes etapas de carga. A continuación, te explicaremos cada de una de ellas:
Etapa Bulk
Es la primera etapa de carga de una batería. Es un primer impulso que se le da a la batería, suministrando una corriente elevada. En este proceso aumenta rápidamente la tensión de la batería, hasta una primera tensión límite. Aquí se consigue que la batería este cargada entre un 80% o 90%.
En este primer proceso de carga el regulador no realiza ninguna función, ya que se suministra la potencia máxima que pueda dar el sistema a la batería. Sin embargo, hay ocasiones donde el regulador es necesario para terminar el proceso de carga de batería sin sobrecargarlas. Si no existiera este elemento sería como si siempre estuviera en etapa bulk y la elevada corriente procedente de los paneles podría dañar la batería.
Etapa de absorción
En esta segunda etapa la corriente de carga al sistema de baterías disminuye hasta completar su carga al 100%, manteniendo la tensión límite (tensión de absorción) conseguida en el proceso anterior.
En este segundo proceso se recupera el electrolito que se ha visto alterado en la descarga profunda. También de este modo cuanto más profunda haya sido la descarga de la batería, la fase de absorción durará más tiempo, para asegurar el restablecimiento del electrolito.
Etapa de flotación
Es el último proceso de carga, el sistema de baterías ya está cargado al 100%, el regulador mantiene la carga del sistema de acumulación. Se suministra a las baterías una intensidad muy baja para compensar el auto descarga, de forma que sigan cargadas. También en este proceso se puede decir que se realiza un mantenimiento de la carga en las baterías.
Etapa de ecualización (o gaseo)
En esta última etapa, se aplica un voltaje alto de carga con baja intensidad, consiguiendo que el gas ascienda dentro del ácido de la batería, provocando un burbujeo o gaseo.
En esta etapa se remueve la parte inferior de la batería, igualando las densidades y voltajes entre la parte inferior y la superior, consiguiendo así una mezcla de electrolito homogénea que evitará la sulfatación de las placas. Mediante este proceso se consigue igualar el voltaje de las celdas de las baterías.
El regulador de carga puede realizar este proceso cada cierto tiempo. Es conveniente realizar este proceso si detecta valores de densidad de electrolito diferentes en las celdas de las baterías.
También en baterías con electrolito líquido es recomendable realizar, al menos, de 4 a 6 ecualizaciones al año, para igualar la carga de las celdas y eliminar la sulfatación de la superficie de las placas de plomo.
No obstante, cuando la batería se encuentra a plena carga, la densidad de alguna celda es menor a 0,030 gr/cm3 por debajo de la máxima, entonces se recomienda que dicha batería sea reemplazada, pues podría estar defectuosa o demasiado envejecida.
MUY IMPORTANTE: Esta última etapa de ecualización no es recomendable realizarla en baterías de AGM o Gel, ya que no hay electrolito líquido y se produciría un daño irreversible a la batería.